Fundada en 1860, Pirotecnia Zaragozana es una de las empresas más veteranas del panorama pirotécnico español. Comenzó en un pequeño taller situado en un barrio rural de Zaragoza, regentado por Ángel Sanz, y con el paso de los años se fue transformando en una auténtica fábrica de fuegos artificiales, siempre en manos de la misma familia.

Esta tradición, transmitida de generación en generación, junto con una constante innovación, convierte a Pirotecnia Zaragozana en sinónimo de prestigio y calidad en todo el mundo. A lo largo de su trayectoria ha obtenido numerosos premios y galardones de prestigio internacional.

En 2014 la empresa pasó a formar parte del grupo Etienne Lacroix, presente en la industria pirotécnica desde 1739. Ambas entidades comparten los mismos valores de independencia, ética y excelencia, y esta unión aporta a Pirotecnia Zaragozana una mayor capacidad de desarrollo tanto industrial como comercial dentro del grupo. Su filial, Ruggieri, líder europeo indiscutible en la realización de espectáculos pirotécnicos, les permite acceder a medios técnicos y artísticos complementarios, lo que aporta a sus espectáculos la experiencia adquirida en todo el mundo.

Desde 2017, Pirotecnia Zaragozana cuenta con la dirección de Luis Brunchú, pirotécnico de la cuarta generación de esta reconocida familia.